Se abre el telón...

¡Hola cinéfilos! Me llamo Anna y yo también soy cinéfila. Me encanta el cine, ese olor tan peculiar que caracteriza las salas de cine, las butacas cómodas, un buen bol de palomitas, pero me gustan, sobretodo, las buenas películas.
Pero... ¿cómo saber cuando una película es buena? Una buena película no es la que más cartelera tiene, ni la que más tiempo permanece en taquilla, ni tampoco la que más se publica en periódicos y revistas... Una buena película no se caracteriza por el número de ventas, sino por su capacidad para creértela.
Una película es buena cuando, sin darte cuenta, te sumerge en la historia como uno más de los personajes. Te enamoras del protagonista, le coges cariño, le odias, te es indiferente... Pero lo vives de la misma manera que él. Hay algunas películas que te causan pavor, que tienes que dejar de verlas porque te agobias y necesitas oxigeno. Pero que necesites dejar de verla no significa que sea mala. Todo lo contrario, es tan buena que te la crees hasta el punto de que lo vives y te hace sentir cosas. Buenas o malas, pero cosas.
Esta es la introducción al tema de mi blog. Espero que os guste y os sea útil para decidir qué películas ver.

Para estrenar mi blog he escogido una película bastante especial para mi. Es una película muy buena, de hace algunos años.
La película de hoy se titula: Patchs Adams. Trata sobre un hombre que para ser feliz necesita ayudar y hacer feliz a los demás, y para ello escoge la carrera de medicina. Es una película basada en hechos reales. De hecho, Patch Adams es un hombre real que vive en Estados Unidos y que se dedica a la medicina y a las sonrisas.
Esta conmovedora historia demuestra cómo la vida se puede ver totalmente desde otro punto de vista, si se tiene un poquito de humor, iniciativa y ganas de hacer feliz a quien te rodea. Es, en mi opinión, simplemente maravillosa.

Aquí os dejo el trailer de la película.

¡Disfrutadla!